Redacción. Barcelona
Los socios parlamentarios del Gobierno catalán hablan de cambio, de nueva política y de independencia, pero no son ajenos a una conducta atávica en la vida pública española y que debería ser desterrada: el ‘usted no sabe quién soy yo’.
Josep Garganté.
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La justicia catalana está investigando al concejal de la CUP, Josep Garganté, por un presunto delito de coacción, después de que se haya difundido un vídeo donde se le ve presionando a un médico para que cambie el informe sobre un vendedor ambulante herido al que acababa de atender.
Según la versión del concejal el vendedor, un inmigrante que se dedicaba al ‘top manta’, había sufrido lesiones después de que lo empujasen agentes de la Guardia Urbana. Sin embargo, el mantero explicó al médico que simplemente se había caído por las escaleras del metro de Barcelona al huir de la policía junto con otros compañeros y así lo hizo constar el facultativo.
El doctor tuvo que negarse en varias ocasiones a cambiar su informe, frente a las invectivas del concejal y del representante de los manteros, que acudieron a su consulta en un centro de salud para presionarle. Es la denuncia de este médico la que ha motivado las diligencias. Los hechos que relata el doctor pueden calificarse de coacción, una conducta inapropiada para cualquier persona, pero que se vuelve doblemente grave si la comete un cargo público. "Tienes que poner que esta persona dice que la caída ha sido por un empujón de la Urbana", dijo el concejal al facultativo.
La discusión fue grabada por un sargento de la Guardia Urbana, que también se encontraba en el ambulatorio siendo atendido por otro caso, y ha levantado gran polémica en Cataluña, especialmente después de conocerse que los vídeos del metro muestran perfectamente que las personas, entre ellas el mantero accidentado, cayeron al huir, sin que nadie les empujase.
Tras hacerse público el vídeo, Garganté, lejos de justificarse, ha cargado contra la Guardia Urbana acusándola de crear un “montaje policial” con este asunto para realizar “un ataque contra los vendedores ambulantes, las personas que los ayudan y la CUP”. El concejal ha asegurado que no se arrepiente de nada y que no piensa dimitir.
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