Leire Sopuerta Biota. Madrid
Aunque la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín es también senadora por la Comunidad Valenciana no parece que tenga mucho aprecio a la Cámara Alta ya que sólo ha comparecido una vez ante la Comisión de Sanidad y tiene 79 preguntas pendientes por contestar, la mayoría heredadas de sus antecesores en el cargo. O tal vez esta aparente desconsideración sea solo un problema de agenda y falta de tiempo.

La ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad Leire Pajín.

Del total de preguntas, la mayoría (más de 60) se refieren a temas sanitarios, aunque también las hay sobre asuntos de consumo (no más de 10) y política social (no llegan a cinco). Las preguntas más antiguas son de junio de 2008, época en la que Bernat Soria ejercía de titular del Ministerio de Sanidad. Sólo las dos últimas cuestiones registradas en la Cámara corresponden al período en que Pajín ya es ministra, pero este detalle no sirve de excusa para argumentar la falta de comparecencias, ya que debe asumir las tareas pendientes del Gobierno del que forma parte. La mayoría de las cuestiones han sido formuladas por el Grupo Popular, quien firma 69 de las 79 preguntas. Mientras que el Grupo Socialista es el autor de siete, CiU de dos y Entesa Catalana de Progrés ha presentado una.

La senadora Elvira Velasco, del Partido Popular, es la autora de las preguntas más antiguas. Y, según ha comentado a Redacción Médica, no confía en que antes del final de esta legislatura vaya a obtener respuesta de sus cuestiones, referidas la mayoría a recursos humanos. A su juicio, “es un problema de voluntad, y el Gobierno no la tiene porque no quiere dar explicaciones”.

Los temas sobre los que versan son variados. Muchas de ellas tratan sobre recursos humanos, otras sobre la píldora poscoital, cartera de servicios sanitarios, financiación, salud pública, historia clínica digital, receta electrónica, listas de espera, Fondo de Cohesión Sanitaria o la Ley de la Dependencia.

Bloqueo de la Comisión de Sanidad

El no contestar a las preguntas orales no tiene consecuencia más allá del malestar de los parlamentarios. Sin embargo, ignorar las preguntas escritas sí puede repercutir en el funcionamiento de la Comisión. Si el senador no recibe respuesta dentro de los 30 días siguientes a su comunicación, éste puede convertir su pregunta escrita en oral, lo que supone que no se puede celebrar Comisión hasta que el Gobierno conteste a la pregunta.

La Comisión de Sanidad ha vivido unos días de bloqueo, debido a que una senadora del Partido Popular transformó su pregunta escrita en oral. Si bien, para evitar la paralización de los trabajos, ha optado por retirarla. No es la primera vez que pasa. El año pasado por estas mismas fechas la Comisión estuvo un par de meses sin reunirse debido a que la ministra del ramo por aquel entonces, Trinidad Jiménez, no contestaba a las preguntas formuladas por el principal partido de la oposición. Los diferentes grupos no confían en que se contesten todas las preguntas antes del final de la legislatura, pero sí esperan una nueva visita de la ministra a la Comisión.