Redacción. Zaragoza
El consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno autonómico, Ricardo Oliván, ha defendido el relevo al frente de la gerencia del Servicio Aragonés de Salud (Salud) de María Ángeles Alcutén por Ángel Sanz a principios de abril porque "en un momento así, de jugar para ganar y no solo para empatar, había que cambiar el cerebro del equipo".
Ricardo Oliván, en las Cortes.
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En una comparecencia, en comisión, en las Cortes de Aragón, solicitada por el PSOE, Oliván ha argumentado la necesidad de dar un "nuevo impulso a la gestión" con "un perfil de carácter multidisciplinar más adecuado" al frente del Salud. El consejero ha calificado a Alcutén como "una magnífica profesional a la que agradecer su entrega y dedicación", mientras que el nuevo gerente del Salud entra "aprendido, enseñado y adiestrado, como tiene que ser", y ya se le ha trasladado la necesidad de "un impulso de implantación para una tercera fase con las mismas líneas estratégicas".
Así, el trabajo de Sanz pasará por "un plan de gestión y mejora de la lista de espera, un programa para la Atención Primaria y especializada, un pacto por la sanidad en el que ya se trabaja con los sindicatos y la integración y absorción del Centro Aragonés de Alta Resolución". A estas líneas principales ha añadido "el control del gasto corriente actuando en compras centralizadas", en las que "todavía hay mucho margen", y la "implementación de instrumentos informáticos para mejorar la gestión".
En relación al otro de los ceses en el Departamento, el del responsable del Hospital Miguel Servet y de los sectores Zaragoza I y II, José Huelín, Oliván lo ha achacado a una "pérdida y falta de confianza". Según ha puntualizado, "se pierde por muchas cosas o por una sola y, cuando sucede, hay que tomar alguna decisión" puesto que "no se puede tener un colaborador en el que no tienes plena confianza, no es recomendable" y "cuándo gestionen, lo entenderán", ha dicho.
Privatización
El diputado del PSOE, Eduardo Alonso, ha sostenido que el consejero Oliván "está más en la onda de la sanidad madrileña que en la tradicional aragonesa de titularidad y gestión pública" y "parece que lo que busca con estos ceses es tener otras personas que le obedezcan a ojos cerrados en los temas privatizadores". Alonso ha defendido que "los anteriores responsables le ponían el freno y apostaban por la gestión universal de la sanidad y el diálogo con los profesionales".
La diputada de CHA, Carmen Martínez, ha opinado que "no se ha explicado el cese, una falta de respeto a esta Comisión" ya que "ha venido a hablar de todo menos de eso", de lo que "no ha dicho nada convincente", para recalcar que "para nada está mejorando la sanidad pública, ni reduciendo las listas de espera y, además, deja al sistema sin futuro". La portavoz de IU, Patricia Luquin, ha calificado como "incomprensible el cese de una persona que lo estaba haciendo francamente bien", así como "poco serio y poco riguroso". "Da imagen de falta de planificación" en "la columna vertebral de su Departamento", para argumentar que, a lo mejor, "quien tendría que haberse marchado es el entrenador", pero "en este Gobierno lo que se prima es hacerlo mal".
La diputada del PP, Carmen Susín, ha agradecido "una información que no era ni más ni menos la que le habían solicitado", mientras que ha criticado que desde la oposición se hacen "valoraciones de cualquier cosa menos del asunto central", cuando el PSOE dejó "agujeros" por una capacidad de gestión "bastante limitada". El parlamentario del PAR, Manuel Blasco, ha considerado que la decisión se ha explicado y "no sé si eran válidas o no las personas en cuestión para los sucesivos trabajos en la consejería", pero "para usted son motivos razonables" y si bien "pueden serlo o no para los demás", ha mostrado su "respeto" porque "es su decisión en su responsabilidad".
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