Cristina Alcalá. Madrid
“Este Gobierno informó de forma transparente sobre este problema y lo hizo desde que supo del primer contagio”. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha defendido, durante el pleno del Congreso de los Diputados, la gestión que ha hecho su Ejecutivo sobre este problema de salud pública. Y lo ha hecho ante cuatro preguntas del Grupo Socialista en la Cámara Baja, todas ellas enfocadas sobre el virus del ébola.
La ministra de Sanidad, Ana Mato.
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“Para mí, la transparencia informativa no es solo una obligación política, sino también moral”, ha reiterado Mato ante las cuestiones de los diputados José Martínez Olmos, Miguel Ángel Heredia, Esperanza Esteve y Pilar Grande, quienes se han interesado en conocer sobre el presupuesto sanitario, la estrategia de comunicación y los protocolos de actuación que ha llevado a cabo la titular del Ministerio ante la alerta por ébola.
De hecho, ha alegado ser “la ministra de Sanidad que más ha comparecido en el Congreso y en el Senado en toda la democracia”, una afirmación que ha levantado las críticas en la bancada opuesta. “He comparecido el triple de lo que habrían hecho otros compañeros. De hecho, he contestado a más de 200 iniciativas en ambas cámaras”, ha afirmado Mato.
Olmos: “Tratan a la sanidad como algo a recortar”
El primero en abrir la veda ha sido el portavoz socialista en materias sanitarias. Olmos quería saber la evolución, en los últimos tres años, del presupuesto de la sanidad, una pregunta que en un principio iba dirigida al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y que finalmente ha respondido Mato. En una ocasión más, el cruce de acusaciones entre Gobierno y el principal partido de la oposición ha girado sobre la “herencia recibida”.
“Ustedes tratan a la sanidad como algo que recortar”, ha espetado Olmos. “Han expulsado del sistema a más de 30.000 profesionales. ¿Y ahora se extrañan de lo que ha pasado en Madrid?”, a lo que la ministra le ha recordado que “ustedes nos dejaron una deuda de más de 16 mil millones de euros en la sanidad”, mientras que su Administración ha invertido en I+D+i, lo que ha permitido implantar una tarjeta única sanitaria en toda España. “Este Gobierno ha invertido y ha buscado medidas de eficiencias. Tanto que, a día de hoy, la sanidad española está garantizada para todos los ciudadanos y es capaz de hacer frente a una crisis como esta”.
El principal grupo de la oposición también ha aprovechado sus turnos de preguntas para replicar la poca claridad informativa que ha tenido la ministra desde la primera repatriación, la del misionero Miguel Pajares en el mes de agosto.
El diputado socialista, Miguel Ángel Heredia, ha espetado sobre la estrategia de comunicación que ha hecho Sanidad a la población sobre el problema del ébola, y le ha achacado su “estrategia del silencio” y su rueda de prensa de hace un par de semanas “llena de vacilaciones y falta de respuestas”, lo que a su juicio, “generó intranquilidad entre la sociedad”. “Nuestra ministra (en relación a Trinidad Jiménez), en cambio, compareció hasta en cinco ocasiones cuando le tocó gestionar la gripe A”.
Por su parte, la titular de Sanidad ha reiterado, en una ocasión más, el refuerzo que ha hecho su Ejecutivo en los protocolos de actuación, para detectar otros posibles casos de contagio en el país y reforzar la seguridad de los profesionales sanitarios y de los ciudadanos. “A pesar de este contagio, se han aumentado las protecciones, una decisión que se consensuó el pasado viernes en el Consejo Interterritorial con las comunidades autónomas”. No obstante, se ha defendido diciendo que “España siguió las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea. Ahora se han vuelto a evaluar junto a las comunidades autónomas y las sociedades científicas y el riesgo de contagio en el país es extremadamente bajo”.
Para reforzar su argumento, Mato ha explicando ante los diputados las tres actuaciones que está llevando a cabo su departamento para gestionar este problema de salud pública: atender al contagio y a los contactos de riesgo; cambiar los protocolos para que la situación no vuelva a repetirse; e informar, de forma permanente, a la sociedad española y demás profesionales sanitarios.
Dos interpelaciones a Mato
Los turnos de interpelaciones han venido de la mano del Grupo Socialista y del Catalán. Con un tono algo más conciliador, tanto José Martínez Olmos como Conxita Tarruella han dado algunos consejos a la ministra de Sanidad para mejorar en la gestión del ébola.
En su primer turno, el diputado socialista ha pedido a la titular de Sanidad comprometerse a informar diariamente sobre esta situación, además de volver a poner el Hospital Carlos III como centro de referencia para el tratamiento de estas enfermedades, así como reforzar el presupuesto que el Gobierno destina a la cooperación y el desarrollo en los países menos desfavorecidos para controlar el brote en esas regiones e incluir a los médicos de familia y otras sociedades científicas en el Comité Científico creado para este tema. “Son propuestas en positivo señora ministra”, ha alegado Olmos, “no alarmistas, ante la enorme preocupación de la ciudadanía”.
Por su parte, la diputada por CiU ha pedido a la dirigente popular “reconocer sus errores, que no cuesta trabajo”, ya que a veces se preguntaban quién mandaba en Madrid, y como novedad, ha instado a Sanidad a elaborar una campaña informativa a los ciudadanos para no confundir los síntomas con la gripe en un momento en el que ahora se empieza a propagar entre la población. La diputada catalana ha pedido a Mato explicar las diferencias entre ambos síntomas y aclarar a la ciudadanía que, si no tienen contagio directo con el enfermo, no están infectados.
Ambos diputados, además, han pedido que el Gobierno tome medidas para frenar la epidemia desde el origen e impedir que situaciones como las que se dan en la actualidad con la auxiliar de Enfermería contagiada, Teresa Romero, se repitan.
Mato ha recogido estas iniciativas con buen agrado y ha explicado, en relación a las dos repatriaciones de los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo, se hicieron “por solidaridad y por obligación”, teniendo claro en todo momento que no había ningún riesgo para la salud pública del país. “El Gobierno ha actuado con responsabilidad y no desde hoy, sino desde hace muchos meses”, ha declarado.
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