Marta Fernández.
El portavoz del Grupo Popular en el parlamento canario, Guillermo Díaz Guerra, reconoce la voluntad del consejero, Jesús Morera, pero achaca la ineficiencia de la gestión a una parálisis endémica en el sistema sanitario de las Islas. Además, analiza los principales problemas de la sanidad y centra su mirada en uno de ellos: las listas de espera.
¿Qué opinan del Plan de Salud presentado por la Consejería de Sanidad?
Nosotros presentamos una proposición no de ley (PNL) para instar al Gobierno a traerlo ya al Parlamento porque el anterior plan de salud lo aprobó el anterior Gobierno, que quedó en remitirlo al Parlamento. Se acabó la legislatura sin que el consejo consultivo emitiera su decisión. Así que nosotros solo le pedimos al consejero en la PNL que coja el documento como estaba, que añada lo que crea conveniente pero que lo traiga ya. Lo que está claro es que la proposición ni siquiera ha llegado a debatirse, debe ser que le gustó la iniciativa y ya lo ha traído a la Cámara. Y es que, el plan de salud que tenemos es de 2010, somos la única autonomía que no tenía plan de salud, el nuestro lleva caducado más de seis años.
Guillermo Díaz Guerra.
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¿Cuál es la valoración del Grupo Parlamentario Popular sobre el Plan de Urgencias?
Cuando quieres cambiar algo, primero tienes que tener un diagnóstico, luego unos objetivos, luego unos indicadores que sean evaluables, y a partir de ahí establecer las líneas de acción. Por todo ello, ¿cómo se puede gestionar una consejería sin tener una planificación? No tienen un boceto para Urgencias completo, aunque saben que son las peores de España. No tienen un plan de infraestructuras, por lo que, ¿cómo vas a programar inversiones si no tienes hecho esto?
Tampoco tienen un plan de recursos humanos, lo que denota una absoluta falta de planificación. Ahora es cuando parece que ya se empieza a trabajar, nos presentan un borrador del plan de Urgencias, por lo que al menos tienen un diagnóstico, aunque también es cierto que las acciones llevan un coste económico y el plan no tiene consistencia financiera.
¿Qué se ha propuesto en el plan de Urgencias?
Entrar en el servicio de Urgencias de Nuestra señora de Candelaria es hacer un viaje en el tiempo. Las infraestructuras datan de los años 70. Hasta el propio consejero se sorprendió en una de sus visitas. Ahora hablan de un plan de inversiones en infraestructuras para que esto no sea así, de abrir centros de atención continuada, de modificar los criterios de cribado que ahora funcionan muy mal. También hablan de derivar la atención sociosanitaria para que no se saturen las urgencias y reconocen que hay un colapso y que las listas de demora son brutales.
¿Qué plantea su grupo para reducir las listas de espera?
Estamos a la cola de España en lo que a listas de espera se refiere. La valoración que hacen los usuarios es además la que la sitúa en esta última posición y, siendo esto así, no se han tenido en cuenta las reclamaciones de los usuarios a la hora de hacer estos planes. Esto es algo que ha reconocido el consejero, y, además, hay unas 30.000 reclamaciones.
Por todo ello, creemos que este es un criterio que hay que tener en cuenta, más allá de recorrer las plantas de los hospitales y ver cuántos médicos hay en este turno, cuántos enfermeros… hay que valorar qué es lo que está demandando la gente.
¿Han propuesto alguna otra PNL en estos primeros meses de legislatura?
Sí, para que se oferten todas las vacantes para locales de farmacia que existen en las islas. En los últimos 10 años se han abierto seis farmacias en todo el archipiélago. La tasa de apertura ha sido lamentable. Sin embargo, tenemos una ley de ordenación farmacéutica que implica hacer actualizaciones periódicas del mapa, a publicar concursos, lo que pasa es que cada vez que el gobierno saca un concurso aparecen los recursos, lo suspende, lo paraliza…
Esto nos lleva a que tengamos el menor número de oficinas de farmacia por habitante. Teniendo en cuenta que Canarias tiene 13 millones y medio de turistas, el parque de farmacias es insuficiente para la demanda que existe. De hecho, la última vez que convocaron concurso tuvieron que prorrogar el plazo debido al alto número de solicitudes que hubo.
¿Qué labor parlamentaria se ha hecho para reducir las agresiones al personal?
Hemos hecho una pregunta en el parlamento sobre cómo está actualmente el protocolo porque en el año 2013 hubo 195 agresiones; en el 2014, 200; y en 2015, hubo 291. Los sindicatos tienen claro que la mayor parte de las agresiones tienen que ver con la situación deteriorada de la sanidad: listas de espera o la calidad de los servicios de urgencias. A nosotros nos cuentan desde los sindicatos que, por ejemplo, se han producido estas situaciones cuando llega un ciudadano harto de esperar seis horas y media en Urgencias o cuando le dan cita para dentro de nueve meses para hacerse una ecografía porque tiene dolor en ese momento.
¿Trasladan al consejero las quejas de los ciudadanos?
No trasladamos quejas personales, pero sí le comentamos la situación de las infraestructuras en general. Él ya sido portavoz de sanidad en el parlamento, y es cierto que empezó con muchísimas ganas, pero ahora se está viendo que no es lo mismo estar sentado en un escaño o ser jefe de servicio, que tratar de manejar un monstruo como es la sanidad pública canaria. Lo que ha habido aquí los últimos años es una parálisis de la gestión. Cada vez que se propone algo es porque el Partido Popular lo ha propuesto ya antes. Estamos exactamente igual que hace 15 años, hubo un avance entre 2005 y 2011, pero después se paralizó.
Hay dos amagos de borrador de plan de Urgencias, uno en el año 2010 y otro en el año 2008. Los dos únicos documentos de diagnóstico y propuestas para Urgencias, casualmente los ha hecho el PP. ¿Desde entonces qué han hecho? Ni un plan de salud. Esto no es una crítica política al actual consejero, simplemente ha heredado una situación complicada.
¿Creen suficiente las más de 800 plazas ofertadas por la Consejería para una próxima OPE?
En el sistema sanitario los recursos son infinitos, porque la maquinaria es muy voraz. Todo lo que le des en materia de recursos siempre será insuficiente. Pero no entra dentro de mis funciones valorar si las plazas son o no las adecuadas sin hablarlo antes con los sindicatos. El problema no se soluciona simplemente aportando recursos. Si hay más plazas maravilloso, si en vez de 800 son 8.000 también, pero sólo si van a aliviar las listas de espera, que son nuestra mayor preocupación.
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