Cristina Alcalá. Madrid
El pleno del Senado ha dado el visto bueno al texto remitido por el Congreso de los Diputados sobre el convenio relativo a los derechos humanos y la biomedicina sobre el trasplante de órganos y de tejidos de origen humano, hecho en Estrasburgo el 24 de enero de 2002.
Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
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El documento oficial finaliza su paso por las Cortes Generales después de pasar previamente por el Consejo de Ministros el pasado mes de febrero. Su objetivo es proteger a la persona en su dignidad e identidad y garantizar, sin discriminación alguna, el respecto a su integridad y a sus demás derechos y libertades fundamentales con respecto a los trasplantes de órganos y de tejidos de origen humano.
El texto define y garantiza los derechos del donante de órganos, tanto vivos como fallecidos, y los de los receptores; y explica el sistema de trasplante; las obligaciones de los profesionales y su seguimiento médico; las normativas en salud y seguridad para minimizar riesgos; prohíbe el tráfico de órganos y su lucro con ellos; establece los parámetros de confidencialidad del paciente y otras sanciones en esta materia.
En su desarrollo, el protocolo exige que el sistema de trasplante que sea equitativo en su acceso a los pacientes, inscritos en una lista oficial, y se designará a autoridades responsables de la decisión de asignación. En el caso de acuerdos internacionales acerca del intercambio de órganos, los procedimientos deberán garantizar una distribución efectiva y justificada entre todos los países participantes, teniendo en cuenta el principio de solidaridad de cada uno de ellos.
El protocolo aprobado desarrolla los principios del Convenio relativo a los Derechos Humanos y la Biomedicina, hecho en el Consejo de Europea en 2002, en el que España cumple con todas las exigencias, y cuyo contenido se encuentra reflejado en el marco legal español en materia de trasplante de órganos, tejidos y células de origen humano. |