María Márquez. Madrid
Pendiente desde el pasado diciembre, la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso que se dedicará íntegramente al debate del dictamen de la Subcomisión para el pacto sanitario tiene que esperar por el momento. Aunque estaba prevista que se celebrara este miércoles, los tres días de luto por el fallecimiento del expresidente Adolfo Suárez han dejado sin fecha su celebración, aunque será próximamente. Las intenciones de la oposición son diversas, y van desde la cautela de los socialistas al sacrificio de CiU en aras al pacto total, pasando por las voces menos confiadas de la Izquierda Plural y el Grupo Vasco, mientras que UPyD tampoco confirma que su negativa de diciembre sea definitiva.
Es la foto de familia de la última reunión de la Subcomisión por el pacto sanitario (noviembre). De izquierda a derecha: Rubén Moreno, portavoz de Sanidad del PP; Toni Cantó, portavoz de Sanidad de UPyD; el presidente de la Subcomisión y de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, Mario Mingo; Felicidad Rodríguez, vocal del PP en la Comisión; el letrado, Luis de la Peña; Antonio Román, vicepresidente primero de la Comisión y José María Alonso, secretario primero de la Comisión.
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En la última Comisión dedicada a este asunto (18 de diciembre) sorprendió el voto negativo de UPyD, único grupo parlamentario que acompañó al PP hasta el momento de la redacción final, tras el abandono de CiU y Grupo Vasco (después de que lo hiciesen el Grupo Socialista y la Izquierda Plural). Su portavoz, Toni Cantó, anunció sin cortapisas que rechazaban el documento. Sin embargo, fuentes del grupo parlamentario han asegurado a esta publicación que ese “no” no tiene por qué ser definitivo y que ahora sus técnicos analizan “las novedades” que se han introducido en el texto en los últimos dos meses.
El portavoz de Sanidad del Grupo Socialista, José Martínez Olmos, se muestra prudente ante el futuro debate, sin mostrar la oposición frontal de otras ocasiones. Ya en la última Comisión monográfica, resaltó la necesidad del acuerdo para dar respuesta a “la demanda de los profesionales sanitarios y el resto de agentes del sector”, y ese ánimo parece que perdura tres meses después. Sin embargo y pese a que, según ha podido saber Redacción Médica, los ‘populares’ han introducido un número considerable de enmiendas socialistas, Martínez Olmos apunta que “aún no ve” los avances esperados para el consenso.
Desde la Izquierda Plural, niegan que se haya producido ningún acercamiento de posturas y por tanto no se comprometen a ver con buenos ojos el texto final del Grupo Popular. “El PP, el Gobierno, quiere sacar adelante el pacto como propaganda política cuando no han variado nada de su política para lograr el consenso”, apunta su portavoz, Gaspar Llamazares. Por tanto, que la Izquierda Plural vote positivamente el dictamen es bastante improbable. Más o menos en esta línea se manifiesta el Grupo Vasco, que confirma como “condiciones imprescindibles” para su voto positivo que se reponga el principio de universalidad “en su acepción tradicional”; que se deroguen los copagos “aprobados en esta legislatura” y que se evidencie el respeto a las competencias de las comunidades autónomas.
La portavoz de Sanidad de CiU, Conxita Tarruella, admite no estar de acuerdo con “algunos puntos” del dictamen, pero en aras de un acuerdo plural daría su brazo a torcer con cuestiones que tienen que ver con “injerencias en las competencias autonómicas”. Otra cosa es que el resto de grupos parlamentarios quieran excluir puntos del texto, y en ese caso su posición también sería la de intentar que el documento reflejase plenamente el objetivo de CiU.
¿Un acuerdo de mínimos o pactos puntuales?
El grado de consenso que puedan alcanzar los portavoces parlamentarios en la citada reunión es toda una incógnita. Conxita Tarruella espera que sea el más alto posible y que los grupos eviten enrocarse en sus posiciones. En su opinión, es más saludable un acuerdo de mínimos que un gran listado de puntos que sean apoyados por una minoría.
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