La ministra de Sanidad, Ana Mato, y el portavoz socialista de Sanidad, José Martínez Olmos.

María Márquez. Madrid
Pese a que no suele referirse explícitamente a los reproches de sus interlocutores ante el pleno del Congreso, la ministra de Sanidad, Ana Mato, ha acusado al portavoz socialista José Martínez Olmos de mantener un doble rasero a la hora de echarle en cara las medidas sanitarias de autonomías ‘populares’ así como las manifestaciones que en ellas protagonizan los profesionales.

La ministra ha dicho que el PSOE muestra “más o menos simpatía según la comunidad” que albergue las quejas del profesional sanitario, además de recriminarles que en Andalucía, según Mato, también se han privatizado servicios públicos. Sobre la ‘marea blanca’ que inunda las calles de Madrid desde hace días a propósito de la reforma del Gobierno regional, Mato se ha limitado a señalar que el Gobierno “respeta las decisiones que adoptan las autonomías para garantizar la sostenibilidad de la sanidad, en base al marco constitucional y la legalidad vigente”.

Tampoco en esta ocasión se ha librado la ministra de las críticas por su falta de comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, a lo que ha respondido que “todas las semanas” está en el Congreso. Y ante la deuda de 7.000 millones que registran los proveedores sanitarios desde principios de este año, según Martínez Olmos, la ministra ha respondido que el Ejecutivo “está cumpliendo las obligaciones al cien por cien” evitando que el sistema sanitario “no se cierre por quiebra” gracias al plan de pago proveedores y “reformas pactadas con las comunidades autónomas”.